GASTOS FINALES

En Estados Unidos, los costos funerarios y asociados a un fallecimiento pueden superar fácilmente los $8,000 a $12,000 dólares, sin contar deudas pendientes, cuentas médicas u otros compromisos financieros.

Un seguro de gastos finales es esencial para ayudar a cubrir estos costos, evitando que la familia tenga que asumir cargas económicas en un momento de dolor.

¿Cuáles son los beneficios principales de un seguro de gastos finales?

• Alivio financiero inmediato para los seres queridos.
• Tranquilidad de que los gastos estarán cubiertos sin necesidad de endeudarse.
• Proceso simple: suelen ser pólizas accesibles y fáciles de obtener, incluso con requisitos médicos mínimos.
• Protección a la familia: les permite concentrarse en el duelo y no en preocupaciones económicas.

¿Quiénes deberían tenerlo?

• Especialmente personas mayores que desean dejar todo organizado con el fin de proporcionar tranquilidad a sus hijos o familiares.
• Adultos de cualquier edad que quieran garantizar que, llegado el momento, sus gastos estén cubiertos sin afectar el bienestar económico de su familia.
• Personas sin grandes ahorros que buscan una solución accesible para asegurar tranquilidad financiera a los suyos.
• Quienes valoran planificar con responsabilidad y dejar un legado de cuidado y previsión.

¿Qué servicios cubre un seguro de gastos finales?

Aunque los servicios cubiertos pudieran diferir entre unas y otras aseguradoras, por lo general están cubiertos: 

• Gastos funerarios y de sepelio (Servicio de funeral o velorio, Ataúd o urna, Servicio de cremación o entierro, Transporte del cuerpo, Lápida, flores y otros arreglos.
• Costos administrativos y legales (Pago de trámites legales relacionados con el fallecimiento. Gastos de certificados de defunción).
• También el beneficiario puede recibir el monto asegurado en efectivo quien decide cómo utilizarlo.

¿Qué otros aspectos se deben considerar? 

• Un seguro de gastos finales es una póliza permanente, es decir, no vencen siempre que se mantenga el pago de primas.
• El monto asegurado suele ser menor que en un seguro de vida tradicional (generalmente entre $5,000 y $30,000).
• Requieren pocos requisitos médicos, por lo que son accesibles incluso para adultos mayores o personas con condiciones de salud preexistentes.