La vida es frágil, nadie es demasiado joven ó lo suficientemente mayor para fallecer. Cuatro de cada diez familias en Estados Unidos tendrían problemas para enfrentar sus gastos de vida si el sostén principal del hogar falleciera.

Tradicionalmente el seguro de vida ha sido visto para garantizar una determinada suma de dinero en efectico para el beneficiario del asegurado una vez que este fallece. Y es así en su diseño más simple, pero un seguro de vida es mucho más que eso.

Existen varios tipos de seguros de vida, por eso lo más importante es que la persona identifique para qué exactamente lo desea. En dependencia de ello podrá adquirir y seguro de término, un seguro de vida entera indexado, u otra modalidad de seguro de vida.

Dependiendo de cuál sea la elección, una póliza de vida generará ahorros disponibles para disfrutarlos en vida, incluirá el pago de beneficios acelerados en caso de enfermedad terminal, crónica ó crítica, y otros beneficios.

Pero en cualquiera de sus formas, un seguro de vida garantiza un fondo en efectivo para evitar una hipoteca, liquidar deudas médicas, pagar los estudios de un hijo, cubrir los gastos finales, etc.